¿Qué me habrá querido decir?

¿Qué me habrá querido decir?

La pregunta que titula este texto, más allá de la referencia a cierto personaje de la televisión mexicana de los años 70 -y la balconeada que con ello me

acabo de dar- es una pregunta muy importante.

Tal vez recuerdes que te decía en una entrega anterior, que saber leer no nos convierte en lectores. Pues le agrego: ser lectores no nos convierte en analistas.

Analizar un texto tiene que ver indiscutiblemente con la gramática. Si el sujeto es singular y el verbo está conjugado en plural, el texto está mal escrito, punto.  Pero a nivel comunicativo analizar implica muchas otras cosas.

No es lo mismo…

Supongamos que encontramos mencionado a un cliente en la prensa. ¿Basta con la ficha hemerográfica para dar cuenta de esa mención? Si nuestro cliente sólo quiere estar al tanto de cuándo se le menciona, sí.

Pero si quiere saber qué implicaciones tiene esa mención, ya hablamos de otra cosa.

El autor, el medio en que se publica, la fecha, la ubicación y de qué género periodístico se trate son algunos datos básicos (entre otros varios) para determinar la importancia del texto en cuestión.

No es lo mismo ser mencionado en una nota en primera plana, que en una columna en páginas centrales. O en la versión impresa y en la digital o sólo en una de ellas. O en un medio digital que en uno impreso.

Y no es lo mismo recibir una porra que un porrazo.

Aquello de «que hablen aunque hablen mal» es un despropósito, y lo neutral también debe ser sopesado según otros datos del contexto.

Lo humano rebasa la estadística

La imagen de una organización no puede ser valorada con una tabla de equivalencias. Las organizaciones las hace su gente. Y sea que se dediquen a la producción de bienes de consumo o a brindar servicios intangibles, trabajan para satisfacer necesidades de otras personas.

Personas que son las que tendrán una u otra imagen de la organización en su cabeza.

Saber cuántas veces se menciona una marca en algún medio es importante, pero no suficiente. La historia del medio, del articulista o reportero, y hasta el resto de la información del día son elementos que determinan cualitativamente la importancia y alcance de lo que se dice de una organización en los medios.

Hay que tomar las cosas según de dónde vengan.

Deja un comentario

Follow by Email
LinkedIn
Share
WhatsApp